Instagram

Instagram

 

 

 

Instagram es una aplicación que sirve para tomar fotografías a las que luego los usuarios podrán aplicar diversos efectos (filtros, marcos, colores…). Las instantáneas se pueden compartir en redes sociales como Facebook, Twitter, Tumblr o Flickr.

El servicio fue lanzado en octubre de 2010. Sus creadores son Kevin Systrom y Mike Krieger.

Instagram procede de la combinación de los términos «instant» y «telegram».

La aplicación tiene su origen en una red social que también fundaron sus creadores: Burbn. Esta quedó relegada cuando Systrom y Krieger decidieron dedicarse por entero a su nuevo proyecto.

Una de las particularidades de Instagram radica en el hecho de que es una aplicación exclusiva para dispositivos móviles y tabletas. En un principio, se creó para iPhone también se podía descargar en iPad y iPod, pero en abril de 2012 ya estaba disponible para Android.

Blackberry aún no cuenta con la versión oficial. Sin embargo, a través de Itsdagram, los usuarios tienen a su alcance la mayor parte de las características de Instagram.

Aunque la aplicación no está disponible para el ordenador, existe un programa denominado Bluestacks que, descargado e instalado en este, emula a un dispositivo Android de tal manera que nos permite acceder a Instagram y utilizarlo ahí.

Otra particularidad de Instagram es que las fotografías son cuadradas y sus bordes son redondeados, en recuerdo de la Kodak Instamatic y las cámaras Polaroid. El formato habitual de las fotografías en los móviles es 16:9.

A principios de 2011, el servicio se mejoró con la posibilidad de añadir hashtags. Así, los miembros de Instagram podrían ver más fácilmente las imágenes que se compartían sobre un mismo tema.

En abril de 2012, Facebook compró Instagram por mil millones de dólares.

En diciembre de 2012, la aplicación cambió la política de privacidad y los términos de uso: las fotografías de los usuarios podrían venderse a terceros sin que estos fueran avisados ni recompensados.

Esto desató una oleada de quejas entre los miembros del servicio. La organización National Geographic o la actriz Kim Kardashian alzaron la voz en contra de las nuevas condiciones. La entidad, incluso, amenazó con cerrar su cuenta en la plataforma.

Desde mayo de 2013, se pueden etiquetar tanto personas como marcas, algo que pedían con mucha insistencia los usuarios.

Para registrarse en Instagram, el nuevo usuario deberá acceder al App Store si tiene un sistema iOS o a Google Play si tiene un sistema Android. Desde ahí, podrá descargar la aplicación.

La cuenta se creará con tan solo añadir un usuario y una contraseña. Aunque también se puede optar por emplear los datos de acceso a Facebook.

Realizado este paso, la aplicación nos da la posibilidad de buscar a los amigos que ya tienen Instagram en Facebook y en nuestra lista de contactos. Asimismo, nos sugerirá algunos miembros de la plataforma a quienes podemos seguir. Ambos pasos se pueden omitir.

Nuestra cuenta de Instagram posee una barra inferior horizontal con cinco iconos. El primero es una casita que nos lleva al timeline, la pantalla principal. Esta nos enseña las fotografías que van cargando las personas a las que seguimos.

Debajo de cada fotografía, aparecen tres iconos. Los dos primeros son «Te gusta» y «Comentar». El tercero es un botón representado con tres puntos que abre varias opciones: denunciar la imagen, compartir en Twitter y copiar la URL para compartirla por correo electrónico, WhatsApp…

El segundo icono de la barra inferior de la interfaz es una estrella. Gracias a él, podemos encontrar gente a la que seguir (por su nombre real o por su nombre de usuario) y explorar las fotografías que se han cargado en Instagram acerca de un tema en particular a través de las etiquetas (hashtags).

El tercer icono es probablemente el más importante de la aplicación. Su símbolo es una cámara fotográfica.

En el momento en que vamos a tomar una fotografía, nos aparecen varios botones. El primero es una rejilla para encuadrar mejor; el segundo nos indica que podemos escoger entre la cámara frontal y la posterior; con el tercero activamos el flash.

Debajo, empezando por la derecha, la cámara de vídeo nos permite captar un máximo de 15 segundos de vídeo esto es posible desde la versión 4.0 de la aplicación. Con el botón central, se toma la fotografía y el de la izquierda nos lleva a la biblioteca de imágenes.

Hecha la fotografía, una nueva ventana nos brinda la oportunidad de editarla. Debajo de la imagen, encontramos cuatro iconos que sirven para rotar la imagen, ponerle o quitarle un marco, desenfocarla y aumentar los valores de luminosidad y contraste.

Bajo estos iconos, se encuentran los 19 filtros de la aplicación, que reciben los siguientes nombres: Amaro, Mayfair, Willow, Rise, Hudson, Sierra, X-Pro II, Lo-Fi, Earlybird, Sutro, Toaster, Brannan, Inkwell, Walden, Hefe, Valencia, Nashville, 1977 y Kelvin.

Cada uno de ellos dota de un efecto particular y especial a las imágenes. Los filtros juegan un papel muy importante dentro del gran éxito que ha alcanzado la plataforma.

La fotografía ya personalizada puede ser compartida no solo en Instagram, sino también en otras redes sociales como Facebook, Twitter, Tumblr y Flickr. Justo antes, tenemos la opción de etiquetar personas.

La imagen puede enviarse también por correo electrónico. Si tenemos el geolocalizador activado, la podemos compartir en Foursquare (servicio basado en localización web aplicada a las redes sociales) o, en el propio Instagram, añadirla al mapa de fotos.

El cuarto icono de la barra inferior de la interfaz de Instagram es un bocadillo que contiene un corazón. Muestra la actividad de nuestros contactos, los «Me gusta» y los comentarios que reciben nuestras fotografías, y a nuestros nuevos seguidores.

El último botón corresponde al icono del perfil, donde se pueden editar nuestros datos, configurar la privacidad o añadir una fotografía de perfil con la que se nos identificará.

En diciembre del año 2010, Instagram contaba con un millón de usuarios registrados. En septiembre de 2013, ya había 150 millones de usuarios registrados.

La pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué Instagram tiene tanto éxito? ¿Por qué lo utilizan las empresas para promocionarse y llegar a más a gente? ¿Por qué gusta tanto?

La respuesta está en la potencialidad de la imagen.

Estamos acostumbrados a oír que una imagen vale más que mil palabras. Y así es. A través de una imagen, podemos atraer, convencer y hacer comprender a un público como nunca conseguiríamos con palabras.

La imagen no solo tiene la capacidad de expresar mejor una idea, sino que permite transmitir varias ideas a la vez, para varios tipos de audiencias (no todas tienen que llegar a captar todos los significados que encierra la imagen).

La imagen es un elemento muy útil para las empresas. Los mensajes que estas quieren hacer llegar siempre se comprenderán de manera más clara si van acompañados por imágenes. En ocasiones, las palabras sobran y la imagen lo dice todo.

Con este pensamiento, algunas grandes marcas decidieron hace tiempo sumarse a Instagram para promocionarse, estar más cerca de sus clientes y conocer sus opiniones. Destacan Starbucks, Nike, H&M, Vogue, Mercedes-Benz…

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